- -25%
La Honey Melon Kush Autofloreciente es una variedad con un 70% de índica y un 30% de sativa, la cual completa su etapa de floración en un plazo de 55 a 70 días. Ofrece un rendimiento medio con cogollos macizos de color púrpura. Los terpenos afrutados conforman el perfil de sabor en su conjunto. Los cultivadores logran buenos resultados contenido éxito con la Honey Melon Kush Autofloreciente en jardines interiores y exteriores.
La Honey Melon Kush Autofloreciente maravilla a los cultivadores por su carácter integral, pues reúne todos los aspectos esenciales. En cuanto a su atractivo visual, presenta una abundante variedad de colores que adornan la copa y la gruesa capa de tricomas pegajosos que cubren los cogollos.
El perfil de terpenos combina aromas mixtos y tentadoramente dulces. La Honey Melon Kush Autofloreciente cierra el círculo con su exquisito atractivo frutal. Creada a partir del cruce de Blueberry, Girl Scout Cookies y ruderalis, es la variedad estrella que los expertos buscaban.
Patrón de cultivo de Honey Melon Kush Autofloreciente
La Honey Melon Kush Autofloreciente es una variedad con rasgos asociados a la genética ruderalis. Al inspeccionar la planta, los cultivadores notarán que se trata de una variedad predominantemente índica. Esta herencia se presenta a menudo en su morfología. La Honey Melon Kush Autofloreciente, una planta compacta con muchas ramas y un follaje pesado, agradece una defoliación regular que evite bolsas de aire húmedo y estancado en la copa.
La etapa de floración comienza cuando se empiezan a ver los pistilos femeninos de la Honey Melon Kush Autofloreciente en las uniones de las ramas superiores. Esta etapa durará de 55 a 70 días.
La Honey Melon Kush Autofloreciente termina con una altura intermedia, unos 80 a 100 cm en interior, y un cuerpo compacto. Los jardineros de exterior apreciarán una altura ligeramente mayor, terminando por lo general en torno a los 90 a 120 cm. La influencia índica es obvia en la estructura compacta y la naturaleza arbustiva de esta planta. La Honey Melon Kush Autofloreciente despliega muchas ramas laterales robustas, que luego sostendrán los gruesos y densos cogollos. Esta planta crece con mucho follaje, que se puede reducir en diferentes fases del ciclo vital.
Los rendimientos son impresionantes tratándose de una variedad compacta. Los cultivadores pueden obtener cosechas de 350 a 400 gramos por m2 en interiores. Esta variedad también funciona bien en exteriores, con un rendimiento medio de 200 a 250 gramos por planta.
Las flores de la Honey Melon Kush Autofloreciente crecen en cogollos gruesos y densos, de forma cónica. Desde las ramas inferiores hasta la parte superior, estos cogollos presentan grandes brácteas hinchadas y un surtido de deslumbrantes tonalidades púrpuras. Toda esta belleza se encuentra debajo de una cubierta abarrotada de tricomas brillantes y estigmas de color rojo a naranja ardiente que sobresalen de los cogollos.
Efecto, sabor y aroma de Honey Melon Kush Autofloreciente
La Honey Melon Kush Autofloreciente es una variedad con predominio índica, aunque muchas de las características relativas a sus efectos, sabor y aroma muestran lo que la mayoría de los entendidos considerarían como cualidades sativas. La Honey Melon Kush Autofloreciente reúne una variedad de rasgos fascinantes procedentes de una rica historia genética, desde los aromas y sabores afrutados hasta los efectos generales.
Los efectos de la Honey Melon Kush Autofloreciente son agradables y sutiles, no demasiado intensos, pero sí impactantes. Todo comienza con una edificante sensación de euforia, que sirve como un excelente reajuste de la actitud. Una vez instalado cómodamente en este estado eufórico, los aspectos cerebrales de Honey Melon Kush pueden apreciarse plenamente. Mientras la mente inspirada vaga por las nubes, se produce un subidón corporal cálido y relajante. El efecto corporal es suave, lo que es estupendo para aquellos jardineros que tengan trabajos pendientes por realizar.
Durante las etapas de crecimiento de la Honey Melon Kush Autofloreciente se percibe un ligero aroma a partir de la segunda semana de floración. Este agradable olor no supone una preocupación importante para los cultivadores de interior, a menos que la privacidad sea primordial.
La flor seca y curada de la Honey Melon Kush Autofloreciente presenta varias capas para su disfrute. El perfil de terpenos comienza con aromas tentadoramente dulces, casi azucarados. Detrás aparece una mezcla de fragancias frutales jugosas, inspiradas en el verano. Todo ello se complementa con matices terrosos.
La Honey Melon Kush Autofloreciente se convierte en la estrella del espectáculo si hablamos de su delicioso sabor. El increíble perfil de arándanos de su linaje parental se ha trasladado a la Honey Melon Kush Autofloreciente. También se puede detectar en el paladar un delicioso sabor a uva caramelizada que provoca comentarios de los usuarios. El gran final llega con la siempre popular esencia de skunk, que permanece en los labios una vez desaparece la dulzura.