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La Cashew Kush es una variedad de alto rendimiento con un 50% de índica y un 50% de sativa. Sus cogollos compactos y alargados, recubiertos de una generosa capa de resina, están listos para la cosecha tras una etapa de floración de 55 a 75 días. Un efecto cerebral estimulante, tipo Haze, se manifiesta antes de convertirse en una sensación relajante y corporal. La Cashew Kush presenta un perfil de terpenos de aroma refrescante.
La Cashew Kush reúne dos variedades estadounidenses muy apreciadas, creando así una variedad fantástica. Al ser un cruce de Do-Si-Dos y Mendo Breath, a su vez cruzado con una Kush, Cashew Kush ofrece a los cultivadores lo mejor de ambos mundos. Sus refrescantes aromas a limón y pino realzan otros terpenos menores que captan tu atención e imaginación. Con esta galardonada variedad pueden triunfar cultivadores personales de todas las habilidades. La Cashew Kush finaliza con cogollos de color verde claro y follaje más oscuro, lo que la convierte en una planta muy fotogénica.
Patrón de cultivo de Cashew Kush Feminizada
Las semillas de Cashew Kush Feminizadas muestran las dos caras de su ascendencia índica y sativa. Las aportaciones de las genéticas sativas son reconocibles en el estiramiento al principio de la floración, que da lugar a plantas más altas con mayor espacio internodal. La Cashew Kush crece con una estructura abierta, lo que permite un mejor flujo de aire dentro y alrededor de la copa, sin necesidad de realizar una fuerte defoliación. La influencia índica en las genéticas proporciona una estructura robusta y resistente que soporta los brotes laterales cubiertos de cogollos.
La Cashew Kush está feminizada, por lo que no es necesario realizar un proceso de preselección de las plantas ni preocuparse por una polinización no deseada. Presenta una etapa de floración de 55 a 75 días, y la madurez se determina mejor inspeccionando el color de las cabezas de los tricomas y los pistilos. Debido a su etapa de floración de duración intermedia, la Cashew Kush va muy bien en jardines con múltiples variedades híbridas.
El crecimiento durante la etapa vegetativa es constante, pero no explosivo. La Cashew Kush mantiene un aspecto pequeño hasta que se inicia la etapa de floración. En esta etapa se produce una explosión del crecimiento, y la Cashew Kush alcanzará una altura media o alta. En interiores, puede llegar a unos 100 a 150 cm, y en exteriores se pueden ver plantas más altas, a partir de 150 cm.
Las semillas feminizadas de Cashew Kush son muy productivas en diferentes medios, como tierra, coco, hidroponía y suelos vivos. Los grandes rendimientos que ofrece esta variedad suelen oscilar entre los 400 y 450 gramos por m2 en interiores. En exterior, con plantas un poco más grandes, puedes anticipar hasta más de 500 gramos por planta si se cultiva en condiciones óptimas.
La producción de resina de la Cashew Kush es impresionante, y basta con tocar los cogollos para que se te peguen los dedos. Se recomienda utilizar guantes y un segundo juego de tijeras de podar limpias para la cosecha. Los cultivadores que tengan éxito serán recompensados con cogollos macizos, alargados y de color verde claro, que recuerdan a las variedades sativas más populares. El follaje termina adquiriendo un tono más oscuro, creando un elegante contraste fotogénico entre la hoja y el cogollo.
El cultivo en interior de esta variedad feminizada puede realizarse durante todo el año. Para jardines exteriores, la Cashew Kush prefiere un clima cálido y mediterráneo que le permita florecer bajo un sol radiante. Se trata de una planta agradable de manejar para cultivadores de todos los niveles, por lo que la Cashew Kush es apta para las técnicas de entrenamiento SCROG, SOG, Supercropping y Lollipopping.
Efecto, sabor y aroma de Cashew Kush Feminizada
La Cashew Kush Feminizada presenta una composición genética de un 50% de índica y un 50% de sativa. La naturaleza híbrida de esta variedad capta perfectamente los perfiles de sabor y terpenos que se buscan tanto en el mundo índica como en el sativa. La Cashew Kush es un excelente ejemplo de cómo el efecto, el sabor y el olor pueden ser perfectamente diseñados para crear una nueva propuesta.
La Cashew Kush, una variedad social muy popular, es un manjar placentero que te conduce a un espacio reconfortante y apacible. Comienza con un colocón cerebral estimulante y mentalmente edificante. Los efectos iniciales se han descrito como una evocación de variedades Haze selectas. A partir de ahí, la singularidad destaca en un colocón corporal de larga duración, ideal para situaciones relajantes y distendidas.
El olor es mínimo durante la etapa vegetativa en condiciones normales de temperatura. Al comenzar la etapa de floración, se percibe un ligero pero reconocible olor a limón y pino, acentuado con matices a frutos secos. Aunque su dulce aroma puede ser agradable para muchos cultivadores, a menudo se utilizan sistemas de filtración de aire cuando se cultiva en interiores.
El perfil de terpenos íntegro de la Cashew Kush no se manifiesta hasta que se alcanza el final del proceso, es decir, cuando se secan y curan sus flores. En esta fase, los cultivadores se ven recompensados con una magnífica mezcla de notas cítricas dulces y chispeantes. Además, los matices a pino completan unos aromas edificantes y apetecibles de esta variedad exclusiva.
La Cashew Kush ofrece una agradable mezcla de sabores híbridos que puedes experimentar y apreciar. Su perfil dulce y con sabor a pino, procedente del linaje sativa, es el protagonista. A ello se suman las notas terrosas, comunes entre las variedades índicas más puras. Completa el espectro de sabores un regusto cremoso exquisito, a frutos secos, que hace que los entendidos en marihuana se queden con ganas de más.