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Las líneas nobles de White Widow, Afghani y K.C. 33 se fusionan para crear esta espectacular belleza recubierta de resina, ideal para los entusiastas del hash o para cualquiera que disfrute jugando con cogollos llenos de tricomas. Por mucho que me guste el hachís, prefiero escuchar estos increíbles y pegajosos cogollos dominantes de índica silbando en el tazón resplandeciente de mi pipa favorita.
El sabor suave y ligeramente floral es seguido por una piedra inmediatamente anestesiante. Una extraña yuxtaposición de cualidades, como un martillo de terciopelo. De fácil cultivo en interior, puede hacerlo bien en exterior en zonas templadas, pero se pone quisquillosa bajo condiciones extremas más desafiantes. Este híbrido White K.C. Feminized es una opción terapéutica prometedora para los usuarios médicos a los que les gustan sus cogollos blancos, gruesos y de efecto formidable.