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Los característicos e intensos sabores a queso viejo se suavizan con el dulce regusto de arándanos. Esta baja y frondosa planta cuenta con fuertes ramas laterales que desarrollan apretados y pegajosos cogollos en un corto periodo de floración. Los potentes efectos son calmantes y relajantes, una verdadera sensación para los amantes de las índicas. ¡Ahora, también disponible en versión auto-floreciente!