Un sabor único con un efecto inimitable
Al cruzar este híbrido clásico con una variante de ruderalis especialmente seleccionada, ahora podemos beneficiarnos de una variedad autofloreciente que satisfará los deseos de todos. Los sabores y aromas de esta recién llegada son picantes y dulces, con un ligero toque de regaliz.
Esta autofloreciente producirá cogollos grandes y pesados durante un período de 8-9 semanas con una gruesa capa de cristales de THC. Rápida floración, fuerte efecto y una sensación de sabor sin precedentes completan esta variedad. Una cepa que quienes sufren de estrés, de trastornos de la alimentación o del sueño pueden consumir con fines medicinales.